La habitación era amplia y acogedora.

La conexión WiFi fue bastante lenta, lo que resultó frustrante para mí, especialmente porque quería planificar mis actividades. Además, el desayuno, aunque económico, era bastante básico y no ofrecía muchas opciones. Por último, la cercanía a la vía del tren sorprendentemente provocaba un poco de ruido, aunque no era constante.

la habitación era un viaje al pasado con encanto original

ambiente acogedor, comida deliciosa

cama dura

Decoración clásica muy acorde con el edificio, historia interesante del lugar, parking privado.

El suelo de madera crujía bastante al caminar, un ventanuco sin buenas cortinas dejaba entrar luz, incomodidad al bloquearla con un cojín!!!

la habitación, aunque amplia, tuvo problemas con la TV que no se conectaba para ver Netflix, una gran desaprobación para un hotel "tan prestigioso". el desayuno, muy escaso y limitado, decepcionó. esperaba un trato especial, quizás una mejora de habitación por estos inconvenientes, pero parece que no saben lo que significa ser un huésped "valioso".

La decoración de la casa es encantadora y el ambiente acogedor. La única queja fue que la cama era un poco dura.

Sin televisión en las habitaciones, ideal para desconectar y charlar con otros huéspedes en el bar. La experiencia de conocer a la gente del lugar, mientras te tomas algo, es única.

El suelo de madera cruje al caminar, lo que puede resultar un poco molesto. Las habitaciones carecen de cortinas que bloqueen bien la luz, haciendo complicado dormir mejor si eres sensible a la claridad. Aunque hay una sala común con televisión, podría ser insuficiente para quienes realmente necesitan un rato de televisión al final del día.

La historia del edificio es fascinante.

Insisto, este lugar es super recomendado for un fin de semana de descanso

Alojamiento singular, encantador y con un ambiente acogedor, habitación amplia con una decoración cuidada y suelos de nogal que transmiten historia, además de un restaurante donde la comida es deliciosa y a buen precio.

Ningún problema

Hotel Dona Lola es un lugar encantador con un ambiente cálido y acogedor. La habitación era amplia, muy limpia y decorada con buen gusto. Disfrutamos de una deliciosa cena en el restaurante, donde el ambiente era animado y lleno de gente local. Este hotel tiene un encanto especial que lo hace inolvidable.

La cama era un poco dura para mi gusto.

Ubicación espectacular, atención de 10. Habitación amplia y cómoda, ideal para relajarse. El desayuno muy rico y a buen precio, se nota el esfuerzo por parte de los dueños. La única queja, la cama un poquito dura, pero nada grave.

Un lugar encantador en la naturaleza

La habitación era amplia y muy cómoda, ideal para relajarse después de explorar. El desayuno, aunque no estaba incluido, fue increíble por menos de 3€ y valió la pena. Solo un pequeño detalle, el WiFi a veces iba un poco lento, lo que podía ser frustrante. Pero en general, el ambiente me encantó.

La mansión del siglo XVII es impresionante, con muebles elegantes y un entorno limpio y cuidado. La cena en el restaurante fue deliciosa, especialmente el vino de Rioja Alavesa. La atención del personal fue siempre amable, pero el WiFi era un poco lento y a veces había ruido debido a la cercanía de la vía del tren. La habitación, aunque amplia, tenía problemas con la televisión y el blackout no era el mejor.

la cama era súper cómoda, descansas genial después de las rutas de senderismo. la ducha era perfecta, agua caliente y buena presión. el desayuno estaba buenísimo, barato y muy completo. el ambiente del lugar era muy acogedor, con calefacción en la habitación y en el restaurante. el dueño nos hizo una visita guiada y nos contó la historia del hotel, super interesante!

la única queja es que el dueño no hablaba inglés y a veces era un poco complicado comunicarse. también la cama era un poco dura para mi gusto.

La casa es acogedora y se nota el cuidado en cada rincón. La terraza es excelente para disfrutar de una tarde tranquila. Me encantó la calidez del lugar, valorando lo simple. El desayuno estuvo muy bueno y a buen precio. En el bar probé cervezas artesanas que me sorprendieron. La atención de los anfitriones fue insuperable, me sentí como en casa. Fue una experiencia agradable.

El suelo de madera crujía bastante, hacían ruido al caminar. La habitación no tenía un buen blackout y usar un cojín para bloquear la luz no resultó ideal.

la decoración tiene un gusto extraordinario y los suelos son impresionantes. la única pega fue que el dueño no hablaba inglés.